Hatsumi Masaaki

Hatsumi Masaaki, nacido el 2 de diciembre de 1931 en la ciudad de Noda, al norte de Tokio, es una figura central en las artes marciales japonesas, con una vida profundamente arraigada en la cultura y tradición de Japón. Desde su infancia, su padre lo introdujo en diversas disciplinas como el Kendô, Judô y Karate, lo que sentó las bases de su futura maestría. Durante su juventud, Hatsumi exploró también la gimnasia, el boxeo y los bailes sociales, los cuales él mismo considera fundamentales para desarrollar la agilidad y la fluidez en el movimiento, aspectos esenciales en su enfoque marcial.

Durante sus estudios universitarios en medicina, Hatsumi obtuvo el rango de cuarto Dan en Judô. En ese periodo, comenzó a enseñar a soldados estadounidenses estacionados en Japón. Esta experiencia le permitió observar cómo los soldados, debido a su mayor peso y tamaño, podían avanzar rápidamente en las técnicas marciales. Esta observación lo llevó a cuestionar ciertos aspectos fundamentales del Judô y lo impulsó a profundizar en su búsqueda de un arte marcial que pudiera adaptarse a cualquier contexto y tipo de cuerpo.

Fue entonces cuando se sumergió en el Kobudô, las artes marciales tradicionales japonesas, contratando a un maestro para que le impartiera lecciones en el Dôjô que había instalado en su casa. Este enfoque autodidacta y explorador lo llevó a buscar a un maestro que pudiera satisfacer su creciente curiosidad y necesidad de conocimiento.

A los 26 años, Hatsumi tuvo la oportunidad de conocer a Takamatsu Toshitsugu Sensei, el último gran maestro de la Togakure Ryû Ninjutsu y otras ocho escuelas tradicionales. Reconociendo el conocimiento y la habilidad excepcionales de Takamatsu Sensei, Hatsumi se convirtió en su discípulo, dedicando quince años de intenso entrenamiento bajo su tutela. Durante este tiempo, absorbió no solo las técnicas, sino también la filosofía y los secretos que Takamatsu había acumulado durante su vida.

Al completar su formación, Hatsumi Masaaki fue designado como el sucesor y Sôke de las nueve escuelas (Ryû) que Takamatsu le había transmitido. En reconocimiento a su nuevo rol como guardián de estas tradiciones ancestrales, Hatsumi fundó la Bujinkan Dôjô 武神館道場, unificando las enseñanzas de las nueve escuelas bajo un solo sistema. Esta unificación no solo preserva las técnicas y principios tradicionales, sino que también permite su adaptación a los desafíos modernos, asegurando que el legado del Ninjutsu continúe vivo para las generaciones futuras.

A través de la Bujinkan Dôjô 武神館道場, Hatsumi Sensei ha influenciado a innumerables practicantes en todo el mundo, compartiendo su visión de las artes marciales como un camino hacia la auto-maestría, la disciplina y la comprensión cultural. Su legado sigue vivo en cada estudiante que adopta los principios del Bujinkan, perpetuando así una rica herencia cultural y marcial que conecta el pasado con el presente.


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Hatsumi Masaaki ha sido una figura clave en la difusión de las artes marciales tradicionales japonesas a nivel mundial, atrayendo a practicantes de diversas culturas y orígenes. Reconocido internacionalmente como un maestro excepcional, Hatsumi Sensei ha compartido su conocimiento con prestigiosos organismos de seguridad, incluidos la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, y el Servicio Aéreo Especial (SAS) de Gran Bretaña. Su renombre no solo se debe a su habilidad técnica superior, sino también a su profundo enfoque filosófico y espiritual hacia el Budô, la vía del guerrero.

El legado de Hatsumi Sensei trasciende las técnicas físicas de combate, influyendo profundamente en la vida de estudiantes en todo el mundo. Destaca la importancia de la espiritualidad, la compasión y la comprensión en la práctica de las artes marciales, promoviendo un equilibrio entre el combate físico y el desarrollo personal. Su enseñanza enfatiza que el verdadero dominio de las artes marciales no se encuentra solo en la destreza física, sino en el cultivo de una mente y espíritu equilibrados.

Con frecuencia, Hatsumi Sensei es considerado el último ninja con vida, una afirmación que refleja no solo su maestría en Ninjutsu, sino también su dedicación a preservar y transmitir las enseñanzas tradicionales de las nueve Ryû que componen el Bujinkan. Su impacto resuena en la comunidad de artes marciales, sirviendo de inspiración para aquellos que buscan no solo habilidades marciales excepcionales, sino también una profunda guía espiritual en su viaje personal y marcial.

La vida de Hatsumi Masaaki es un testimonio viviente de la integración de la rica tradición japonesa en la modernidad, sirviendo como un faro para todos los que desean conectar las enseñanzas ancestrales con las exigencias del mundo contemporáneo. A través de su liderazgo, Hatsumi Sensei ha logrado que las artes marciales sean más que una simple práctica de combate; ha establecido un camino hacia la autoexploración y el autodescubrimiento, invitando a sus discípulos a buscar una vida de equilibrio, sabiduría y respeto mutuo.


Takamatsu Toshitsugu

Takamatsu Toshitsugu, el renombrado Sôke (heredero) de las nueve escuelas que actualmente conforman el Bujinkan, nació en 1889 en la ciudad de Akashi, dentro de la prefectura de Hyôgo. En una época marcada por conflictos, Takamatsu Sensei viajó a Manchuria, donde asumió un papel prominente como líder de la federación de artes marciales chinas. Su estancia en Manchuria lo llevó a entablar una amistad notable con diversos personajes importantes de la política , lo que subraya su influencia y prestigio en el ámbito marcial asiático.

Durante una década, Takamatsu Sensei participó en numerosos actos de valentía y maestría en combate, lo que le valió el apodo de “El Tigre de Mongolia” entre sus contemporáneos, una distinción que refleja no solo su habilidad, sino también su carácter indomable.

Desde los 9 años, Takamatsu Sensei comenzó su entrenamiento en el Toda Dojo bajo la rigurosa guía de su abuelo, Shinryuken Masamitsu Toda. Enfrentó intensas pruebas físicas desde el principio, demostrando una dedicación y disciplina poco comunes. Su talento excepcional se manifestó rápidamente; a los 10 años, ya había dominado las técnicas de Shinden Fudô Ryû, destacándose entre sus pares por su precoz habilidad. A los 13 años, su capacidad y coraje quedaron evidentes al derrotar a varios delincuentes en un enfrentamiento callejero, lo que consolidó su reputación como un joven prodigio en las artes marciales.

La formación de Takamatsu continuó en escuelas como Koto Ryû Koppô Jutsu y Togakure Ryû Ninjutsu, donde enfrentó desafíos significativos y midió sus habilidades contra expertos reconocidos, superando cada obstáculo con destreza y determinación. Este viaje de crecimiento personal y marcial no solo moldeó a Takamatsu como guerrero, sino que también estableció las bases del legado que él dejaría al mundo a través del Bujinkan, una herencia de conocimiento marcial y sabiduría ancestral.


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A los 21 años, Takamatsu Sensei se retiró a China con el objetivo de perfeccionar su Ninjutsu. Durante su estancia, vivió experiencias peligrosas que requirieron de una adaptación constante para sobrevivir en un entorno hostil. Su estancia en China se prolongó por casi una década, período en el cual refinó sus habilidades marciales enfrentándose a diversos desafíos. A los 33 años, regresó a Japón y se retiró a las montañas para recuperarse del beriberi, una enfermedad debilitante. Durante este retiro, un anciano le impartió enseñanzas espirituales, lo que no solo lo curó de sus dolencias, sino que también le proporcionó un crecimiento espiritual significativo.

Al regresar a la vida cotidiana, Takamatsu Sensei optó por una existencia discreta, centrándose en construir negocios y evitando hacer alarde de su maestría en las artes marciales. Su legado marcial fue vasto, habiendo heredado de su abuelo, Toda Shinryuken Masamitsu, las siguientes escuelas: Shinden Fudô Ryû, Kotô Ryû, Togakure Ryû, Kumogakure Ryû, Gyokushin Ryû y Gyokko Ryû. De Ishitani Matsutaro Takekage, adquirió el conocimiento de Gikan Ryû y Kukishin Ryû. Finalmente, de Mizuta Ioshitaro Tadafusa, recibió las enseñanzas de Takagi Yoshin Ryû.

Takamatsu Sensei también formó a otros destacados discípulos, como Sato Kinbei, Kimura Masashi y Akimoto Fumio, entre otros. Sin embargo, tomó la decisión de transmitir su legado marcial completo a Masaaki Hatsumi en 1968. A partir de ese momento, decidió no aceptar más discípulos directos, concentrando sus enseñanzas exclusivamente en Hatsumi Sensei. Tras esta transmisión, Takamatsu se retiró para dedicarse a una vida de reflexión y práctica religiosa.

El 2 de abril de 1972, Takamatsu Sensei, conocido como el legendario “Tigre Mongol”, falleció a la edad de 84 años, dejando un legado como un gran maestro con una comprensión marcial completa. Takamatsu Sensei no solo era admirado por su destreza en combate, sino también por su profunda sabiduría y compromiso con la tradición marcial. Al no tener hijos, Hatsumi Sensei, su único discípulo presente en el funeral, se encargó de llevar a cabo el ritual funerario tradicional japonés, que incluye la ceremonia de colocación de agua en la boca del fallecido. Este acto simboliza la continuidad del linaje y el respeto hacia el maestro. Hoy en día, los restos de Takamatsu Sensei reposan en el cementerio de Nara, marcando el lugar de descanso final de uno de los más grandes exponentes del Ninjutsu.



Hiroshi Nagase


Nagase-sensei comenzó su viaje en el arte del 忍術 (Ninjutsu) a través de la Bujinkan de la mano de 初見良昭先生 (Hatsumi Masaaki Sensei) en 1980. A lo largo de los años, su dedicación y habilidad le permitieron establecer su propio Dojo en Nagareyama, Chiba-Ken, Japón, solo nueve años después de haber iniciado su entrenamiento.

Nagase-sensei ha influido en muchos estudiantes internacionales, quienes muestran una profunda gratitud por sus enseñanzas. Es reconocido no solo por su habilidad técnica, sino también por su capacidad para integrar técnicas tradicionales en situaciones modernas, enfatizando tanto el aspecto físico como el filosófico del entrenamiento en el Bujinkan. Nagase-sensei siempre menciona que la defensa personal (護身術, Goshinjutsu) debe ser integral; no solo se trata del arte de pelear, sino también de cuidar el cuerpo, la mente y la alimentación. Es, en esencia, el arte de vivir.

Nagase-sensei ha demostrado técnicas complejas como el uso del 手裏剣 (shuriken), 京廻手繩 (Kyoketsu Shoge) y diversas armas de tradición Ninja. Ha participado en numerosos eventos y simposios, compartiendo su vasta experiencia con practicantes de todo el mundo. Es el único en el Bujinkan con el 免許皆伝 (Menkyo Kaiden) en 手裏剣術 (Shurikenjutsu).

Su dedicación y habilidad lo han llevado a ser una figura respetada en la comunidad de artes marciales, participando en eventos como el 戸隠忍者シンポジウム (Togakushi Ninja Symposium), donde demostró técnicas y discutió la historia del 忍術 (Ninjutsu) junto con otros expertos del campo.

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